EL CDAN INAUGURA LA PRIMERA INTERVENCIÓN DEL PROYECTO ASOMARSE AL INTERIOR CON EL ARTISTA FERNANDO SINAGA
El CDAN de la Fundacióñn Beulas inaugura hoy viernes 2 de marzo a las 20.30 horas la primera intervención del proyecto Asomarse al Interior. Nuevos horizontes en la geogradía personal de la Colección Beulas-Sarrate, comisariado por Chus Tudelilla, con el trabajo del artista Fernando Sinaga Naturalezas muertas en Blanco y Negro. Espacio R.S.I / S.I.R (La visión alterada). La exposición se podrá visitar en el CDAN hasta el 23 de abril.
ASOMARSE AL INTERIORNuevos horizontes en la geografía personal de la Colección Beulas-Sarrate
Estudiar y documentar los fondos que integran la Colección Beulas-Sarrate han sido y continúan siendo los objetivos principales del CDAN. Fundación Beulas. El catálogo editado con motivo de la exposición Una geografía personal. Colección Beulas-Sarrate, que inauguró el Centro, inició este camino que se fortalece, además, con la conservación y difusión de las obras que configuran la colección.
Si en la citada exposición Una geografía personal. Colección Beulas-Sarrate, las obras seleccionadas incidían en el interés y sobre todo en la complicidad plástica o vital, o todo a un tiempo, de José Beulas y su esposa María Sarrate con la obra de determinados artistas a lo largo de los años, el proyecto que ahora se presenta pretende abrir nuevos horizontes a aquella geografía personal.
Andrés Neuman anota que la generosidad también consiste en permitir que nos ofrezcan. José Beulas y María Sarrate ofrecieron a la ciudad de Huesca la colección de obras de arte que habían atesorado para la contemplación, el disfrute y el conocimiento públicos. Corresponde ahora ofrecer a los coleccionistas que reunieron las obras y a todos los espectadores nuevas miradas de lectores artísticos vinculados a los más diversos ámbitos de la cultura y del conocimiento. Serán sus miradas privilegiadas y únicas las que nos ofrezcan nuevos encuentros, renovadas interpretaciones y decisivos impulsos de futuro.
Sabemos que una obra de arte nos invita siempre a explorar nuevos horizontes de conocimiento, y en este impulso, la experiencia de las personas invitadas a participar en este trabajo ampliarán límites, con el objetivo de abrir nuevos horizontes a la geografía personal de la Colección Beulas-Sarrate, escenario en el que intervendrán con sus propuestas de trabajo.
Esta iniciativa, por tanto, sigue las líneas marcadas por la Fundación Beulas y la propia dirección del centro. Para ello, una de las salas del CDAN. Fundación Beulas estará dedicada de modo habitual a la presentación de las obras de la Colección Beulas-Sarrate que hayan sido seleccionadas por cada uno de los invitados a participar en el proyecto. La exposición irá acompañada de un folleto que incluirá el montaje propuesto acompañado de un texto en el que se aborden los argumentos que han impulsado la elección de unas u otras obras.
En el transcurso del tiempo, estos nuevos horizontes serán reunidos en una publicación que agrupará los ejercicios reflexivos y visuales, con el objetivo de contribuir a un mejor conocimiento y una mayor difusión del Legado Beulas.
Tiempos y espacios fragmentados convergen en este proyecto en una geografía personal que decidió ser pública para abrirse a la mirada de los demás, invitándoles a asomarse al interior.
La intuición y la capacidad reflexiva han sido los argumentos que han prevalecido en la elección de las personas invitadas a mirar y contemplar las obras de la Colección Beulas- Sarrate en el ánimo de fortalecer nuevas visiones.
El proyecto se abre en una primera fase a diez invitados, cuyas propuestas serán presentadas en el CDAN. Fundación Beulas en función del programa de exposiciones del centro. El primer horizonte que presentamos es el ideado por el artista aragonés Fernando Sinaga, al que seguirán otros invitados que ya están trabajando en sus propuestas: Juanjo Javierre (músico), Enrique Larroy (pintor), Manuel Vilas (escritor), Carmen Magallón (directora del Seminario de Investigación por la Paz), Mariano Anós (actor y director de teatro y pintor), Jorge Gay (pintor) o Vicente Villarrocha (pintor). Dentro de la línea de trabajo pedagógico realizada desde el CDAN. Fundación Beulas, otra de las propuestas será la realizada por un grupo de alumnos y profesores que hayan participado en las actividades del CDAN.
Naturalezas muertas en Blanco y Negro. Espacio R.S.I / S.I.R. (La visión alterada)
La pintura está muerta, el acto mismo de pintar está muerto. La pintura yace bajo el mármol del lienzo en blanco, pudriéndose en su lujo sereno de excelencia establecida.Víctor Mira
La idea del arte como naturaleza muerta me hace recordar el artículo “El fetichismo: lo simbólico, lo imaginario y lo real” que Wladimir Granoff y Jacques Lacan produjeron en 1954 como un fetiche, y que Granoff comentó poco después, afirmando que en todo pasado hay una parte que es agua estancada.
He observado que esta singular ideación tiene la capacidad de actuar como un modificador perceptivo de la realidad, pues nos incita a tener una visión de lo vivido como si fueran hechos que pudieran quedarse en un determinado momento aquietados e inmóviles, siendo algo semejante a una experiencia sin cauce que subsiste contenida en algún lugar de la mente.
Y es precisamente esa conceptualización la que ahora me mueve a reimaginar la totalidad psíquica como vida muerta sobre un fondo blanco y negro, ya que este binomio en paralelo actúa como un subrayado y me recuerda la proposición aristotélica a la que se refiere Santo Tomás “más blanco es aquello que está menos mezclado con negro”, y que Carl Jung complementó en su ensayo Aion con “un más negro es aquello que está menos mezclado con blanco”, de tal forma que para la psicología analítica la luz y la oscuridad son finalmente potencias que actúan como mediciones recíprocas y estados equivalentes con capacidad de revelar la realidad.
Esta reflexión viene a sumarse a la afirmación introductoria de este texto, que Víctor Mira escribió en su En España no se puede dormir, y todo ello me lleva a decidir de forma definitiva que la mejor opción para presentar la Colección Beulas-Sarrate, sería la de ordenar un escogido grupo de obras como si fueran naturalezas y los objetos de un bodegón.
Así que me propongo construir un escenario simbólico de marcado carácter contemplativo, aunando imágenes en una inmóvil y silenciosa representación que pueda expresar algo sobre el tiempo suspendido y que sea una visión imaginal con un tono de profunda melancolía, capaz de señalar el carácter inquietante de la vida muerta.
Utilizaré la concepción de Bachelard sobre la imaginación como potencia dinámica que “deforma” las copias pragmáticas suministradas por la percepción y esa otra en la que este mismo autor termina por considerarla un mecanismo reformador de las sensaciones, para desde aquí intentar crear un influjo poético sobre la potencia psíquica de cada una de las imágenes, de manera que se vacíe a su vez cualquier exterioridad que impida hacer de lo imaginal aquello que Gilbert Durand entendía como un conocimiento desengañado y una pobreza esencial.
Este experimento visual no desea, por tanto, trabajar con obras exentas o aisladas o con las clasificaciones cronológicas, sino que trata de habitar el espesor semántico desde donde entrelazar todo con todo, en una amalgama desdiferenciada que produzca un enjambre de imágenes, por usar un término de J. Soustelle.
S. I. R. / R. S. I., es ese espacio donde cada argumento visual diferenciado y cada estilo se disuelven en un espacio más amplio.
He querido situar por ello la pintura en un conjunto de franjas verticales en blanco y negro, y entre las acotaciones horizontales en rojo de un muro que dobla su altura en su anchura, tratando de ejemplificar visualmente cómo todos los retornos profundos a cualquier realidad se encuentran modificados por una visión imaginaria y simbólica que la revela. Esta propuesta es por tanto, un ejercicio experimental que tiene como fin alterar la visión mediante un paralaje construido, utilizando una ambivalencia esencial que facilita el desplazamiento perceptivo de los objetos.
Como puede apreciarse también, la colocación de las obras ha sido ordenada en un preciso escalonamiento de formatos de tal modo que su disposición nos permita entender cada ubicación sólo como parte de una totalidad que precisa de un recorrido. Una exposición pensada como una pantalla que movilice la mirada y consiga desplazar al espectador a través de binomios simultáneos, conjugados con el fin de reforzar la energía numinosa del arte. Una exploración visual donde he tratado que subsista algo de lo que afirmaba Víctor Mira en su carta a Antonio Saura, “no hay más verdad que el negro y el azul purísimo de Zaragoza”.
Pensar sobre una colección es como cortarla en franjas, deshacerla en partes y recomponerla de nuevo azarosamente, ya que ahora sabemos que finalmente la cronología es insuficiente para explicar el significado del arte y que ya ni tan siquiera el estilo o la tendencia pueden explicarlo, ni tampoco la técnica, ni el género y la nacionalidad, pues todo ello finalmente sólo son anotaciones, transparencias, datos que encubren signos y relatos que nos desvían del verdadero significado de las imágenes, pues ellas sólo subsisten porque han sabido protegerse encerrando entre sus formas su verdad como fetiche.
Marc Augé ha ampliado de forma precisa el marco cognitivo de esta última consideración al hablar del fetiche como aquello que posee una singular fuerza que se rebasa así mismo, expresando a la vez el ser y la relación de tal forma que prolonga así su figura simbólica pues abarca dos realidades: una referida a lo que él representa y la otra a lo que él pone en relación. Esta propuesta visual que me solicita el CDAN y que yo acepto como un ensayo, trata en el fondo de ser también una especie fetiche, ya que piensa el objeto artístico como una forma desmedida y bipolar que deja atrás al autor para volver a él desde un lugar que intenta buscar la manera de explicar el carácter incontenible de toda creación.
Fernando Sinaga, 25 de febrero de 2007