José Beulas orientó su pasión de coleccionista hacia el arte español del siglo XX; destaca de manera especial la presencia de autores españoles y aragoneses, compañeros de su trayectoria artística. La colección empezó a gestarse en la década de los años cincuenta y se ha ido incrementando con el paso del tiempo, con una especial dedicación a partir de los años ochenta.
Los fondos reflejan, como es habitual en casos semejantes, la personalidad inicial de sus propietarios, tanto sus preferencias estéticas como los encuentros personales con autores en una larga trayectoria vital. El grueso de la colección lo constituyen artistas compañeros de estudios de la Escuela de Bellas de San Fernando de Madrid y de la Academia de Roma, donde estuvo becado José Beulas en los años cincuenta. La mayoría de ellos inició una tímida renovación de la plástica, a través fundamentalmente del paisaje.
La colección se centra en la obra individual de artistas significativos, representados, cada uno de ellos, por una o dos obras que van desde los primeros pintores de paisaje a los creadores expresionistas, informalistas, abstractos, hasta la nueva figuración. Muchos de estos artistas han realizado importantes aportaciones a la historia del arte contemporáneo, otros no llegaron a alcanzar la atención nacional e internacional que desearon, pero todos ellos fueron entrando en este conjunto de carácter generalista y obteniendo reconocimiento a través de la compra del coleccionista.