JUANJO JAVIERRE. ORATORIO PARA EL QUINTO PERRO.
“Sería yo, pues, quinto perro y sordo…” Víctor Mira (1996)El CDAN de la Fundación Beulas inaugura el viernes 27 de abril a las 20 horas la segunda intervención del proyecto Asomarse al Interior. Nuevos horizontes en la geografía personal de la Colección Beulas-Sarrate, con el trabajo del músico Juanjo Javierre Oratorio para el quinto perro. La exposición se podrá visitar en el CDAN hasta el 3 de junio. En la inauguración se presentará en directo la composición musical creada para el proyecto.Texto para el proyecto de Juanjo Javierre:He decidido articular mi propuesta a partir de una primera impresión. Mi percepción tanto del CDAN como de la Colección Beulas-Serrate está fuertemente asociada a la exposición Una geografía personal que sirvió como presentación pública del centro, de la colección y del edificio que la cobija. Es difícil sustraerse al impacto de novedad, al “olor a nuevo” que desprende un edificio singular, pero la fuerza de la sala dedicada a la obra de Víctor Mira pudo aquel día con la lógica sensación de curiosidad colmada que compartía con el resto de los presentes.
La descarnada sinceridad de la obra de Mira, siempre tan llena de elementos autorreferenciales, está sin duda ninguna en las antípodas estéticas de la perfección matemática de la música compuesta por Bach. No obstante, Mira dedicó al músico una de sus más célebres series, las Bachcantatas: “Siento a Bach como al padre al que acudo en busca de consuelo, un padre de poderosa arquitectura estabilizadora. Es el padre que nos quiere y nos procura orden”. Mi intervención está articulada en torno a está imposible atracción de opuestos.
Con tal motivo, he realizado una composición musical a partir de la deconstrucción de Gottes Zeit ist die allerbeste Seit, (El tiempo de Dios es el mejor), la cantata 106 de Johann Sebastian Bach. La pieza incluye el recitado de algunos poemas de Víctor Mira, elegidos de su libro La órbita de la luna. La sustitución de los textos religiosos por la poética de Mira contribuye al desarrollo de una suerte de oratorio profano. La pieza será interpretada en directo durante la inauguración y el resto de los días sonará una grabación acompañando a la selección de obras de Mira procedentes de la Colección Beulas-Sarrate y de la galería Zaragoza Gráfica.
La disposición de las pinturas está pensada de forma análoga y armónica a la tensión de opuestos que articula el discurso de este Oratorio para el quinto perro.
COLECCIÓN BEULAS-SARRATE. OBRAS SELECCIONADAS DE VÍCTOR MIRA:
Natura Morta, 1985. Técnica mixta/lienzo.
Naturaleza Española, 1984-1985. Técnica mixta/lienzo.
Bachcantata,1989. Óleo y acrílico/cartón entelado en táblex.
Bachcantata, 1989. Óleo y acrílico/cartón entelado en táblex.
Bachcantata, 1993. Óleo y acrílico/cartón entelado en táblex.
Las heridas del filósofo,1987. Técnica mixta/lienzo.
Montserrat, 1988-1990. Técnica mixta/lienzo.
GALERÍA ZARAGOZA GRÁFICA
Bachcantata, 1991. Óleo/lienzo.
Cantata del aliento herido, 1990. Técnica mixta/lienzo.
CARTA A VÍCTOR MIRA
Me llaman, querido Víctor, para que le eche un vistazo a un legado, para que mire al interior de una casa que contiene una herencia. Desechado el papel de notario y casi seguro de que no me toca el de heredero, por eliminación deduzco que mi rol aquí debe ser el de albacea. Ya sabrás tú, que tan diestro fuiste a la hora de trazar genealogías, que no me une con ninguno de vosotros ningún parentesco directo. Tú que descifraste el ADN del arte aragonés para descubrirte nieto del abuelo Goya e hijo del padre Saura, espero que no te moleste la presencia de alguien, como yo, ajeno a tan ilustre familia. Pero ya que aquí somos tan pocos, no descartemos que no nos una algún viejo lazo de sangre, porque los que nacemos bajo el mismo cielo en mitad del mismo desierto somos en cierta forma como los primos lejanos.
Hace quince años que te declaraste descendiente directo de aquel perro triste que pintó tu abuelo Goya y desde Alemania ladraste que corría por tus venas sangre de un perro andaluz. Si Saura, penúltimo perro, fue tu padre putativo, nadie puede poner en duda que tú fuiste el quinto perro, y nunca hay quinto malo. Permite, eso sí, que ponga en duda que fueras un perro sordo, porque no anda mal del oído quien sabe que la verdad, además de en el negro, se esconde en el padre Bach.
Nacimos en un país de sordos, sordo fue el de Fuendetodos y sordo como una tapia era también el de Calanda. Aquí para que te escuchen predicar en el desierto hay que subirse a una columna como Simón el Estilita y quemarse, como tú, bajo el azul puro del cielo de Zaragoza. Seas perro, gato o cabra has de subirte a un stilo y gritar lo más alto que tu garganta permita. Si hasta los osos como yo, tenemos que subirnos al taburete y bailar al son de la trompeta del gitano.
No te gustaban los mausoleos, pero permíteme, querido Víctor, que por un día se escuche en tu honor un oratorio ateo. No temas, trataré de hacer que se escuchen los ladridos.
Juanjo Javierre