El CDAN (Centro de Arte y Naturaleza) de Huesca dedica su temporada de verano 2018 a la temática de la historia.
La historia es una ciencia social que tiene como objeto el estudio y la interpretación del pasado de la humanidad. Como producto de una narrativa subjetiva, la historia puede generar un relato verídico o ficticio según los intereses propios del escritor. Por otro lado, a menudo los hechos del pasado son interpretados, distorsionados y reorientados de cuerdo a la época histórica en que son narrados. La historia de España no es ajena a este proceso de construcción, y como ejemplo sintomático podemos encontrar un suceso singular como fue su expansión colonial hacia nuevos territorios en América, África y Asia.
El colonialismo es, en términos sencillos, un sistema político, económico y cultural de dominación territorial, con un objetivo de lucro. Si en un principio la ocupación es sólo militar, el colonialismo consigue perpetuar y reproducir la lógica de explotación a través de numerosos otros ámbitos y a diferentes escalas, una matriz operativa, cultural y de poder que se conoce como colonialidad. Para legitimar su discurso de dominación, el colonialismo occidental moderno puede hacer uso de ciencias sociales, como la historia o la antropología, de dogmas religiosos, o incluso de construcciones discursivas que combinan todos estos elementos, como son las artes visuales. A partir del siglo XVI los paisajes del Nuevo Mundo son incorporados a nuestra realidad peninsular y, a la vez, nuestros antepasados comienzan a intervenir en la naturaleza a una escala global.
Bajo estas ideas, los cinco proyectos que componen la temporada expositiva en el CDAN («El día del despertar», de Mounir Fatmi; «Petrificado», de Carlos Motta; Prólogo al gran desaparecido, de Lav Diaz; Margen de error ¿Cómo se escribe Occidental?, de Declinación Magnética; y Hermic Films) se plantean como un espacio de pensamiento sobre los procesos y las prácticas culturales del imaginario colonial hispano sobre al paisaje y el territorio.