El CDAN (Centro de Arte y Naturaleza) de Huesca dedica su temporada de primavera 2018 a la temática del desierto.
Un desierto es un bioma, a saber, una unidad ecológica que se caracteriza por un conjunto de factores climáticos y geológicos que determinan un tipo de vegetación y fauna. Pero también tiene otras acepciones, siendo la más común la que lo define como un territorio arenoso o pedregoso y, a menudo, despoblado. Es esta definición la que perdura en el imaginario colectivo de la humanidad y la que ha servido de inspiración a numerosos artistas.
Los desiertos son terrenos inhóspitos con escasez de precipitaciones que no superan los 250 mililitros al año y, según la ONU, ocupan cerca de un 25% de la superficie terrestre, es decir, 3.600 millones de hectáreas. En ellos, la naturaleza se presenta con paisajes fascinantes llenos de reflexión y sosiego, que invitan a potenciar el espíritu crítico. El CDAN reflexiona sobre la construcción del concepto de desierto, y en especial sobre la representación del “exotismo” de Oriente, una visión que se ha perpetuado mediante la repetición y yuxtaposición de arquetipos culturales utilizados por la mirada occidental.
La programación del CDAN está dedicada al desierto con cinco proyectos expositivos que tienen como trasfondo los desiertos del Sáhara, Siria, Marruecos y Los Monegros («Provincia 53. Arte, territorio y descolonización del Sáhara Occidental»; «Ciudad de Orión», de Hannsjörg Voth; Panorama desierto, de Akram Zaatari; Monegros, de Antonio Artero; y N.S.E.O. Valcárcel Medina). Son cinco maneras diferentes de representar el desierto que van, desde la mirada poética, a una lectura crítica y también política.