ANDAR

2 noviembre 2017 – 4 febrero 2018

El CDAN (Centro de Arte y Naturaleza) de Huesca dedica su temporada de invierno 2017 a la temática del andar.

El hecho de andar como una forma de intervención en el paisaje, nació de la necesidad natural del hombre de moverse, y se ha convertido en una acción simbólica que ha permitido al ser humano habitar el mundo. Los proyectos que aquí se presentan plantean el acto de andar como una acción o práctica estética, así como una fuente de conocimiento del mundo que nos rodea, son ejemplos de cómo el caminar es, no sólo una manera de mirar y transformar el paisaje, sino una herramienta crítica para la comprensión de la naturaleza individual y social del hombre.

Durante la década de 1960 se produjo una crisis en el sistema cultural occidental que dio paso a toda una serie de manifestaciones que promulgaban la desmaterialización del objeto artístico. Entre las diferentes propuestas surgidas, una de ellas, denominada land art (Arte y Naturaleza), se centraba en la naturaleza como fuente de inspiración y producción estética. Andar como arte es para estos creadores no una teoría, sino un proceso mental y una forma de participar en la naturaleza. De un modo paralelo, el Movimiento Letrista se desarrolló entre 1957 hasta 1972 y agrupó a artistas, críticos y activistas constituidos en torno a la Internacional Situacionista, una actitud que cuestionaba el papel del hombre y la cultura en la sociedad de consumo occidental de la postguerra. Entre sus prácticas artísticas destacó su andar a la deriva, es decir, caminatas en grupo sin rumbo fijo (inspiradas en los paseos anti-arte dada y surreales), realizadas de manera espontánea y cuyas rutas se modificaban continuamente de una manera aleatoria.

Los cinco proyectos expositivos («Caminar, pensar…derivar. Andar como acción estética»; «Exposición vigilada», de Ángel Borrego; The lovers: boat emptying, stream entering, de Marina Abramović; Viaje de novios, de Javier Codesal; y Roadworks, de Mona Hatoum) nos muestran que el hecho de caminar es un acto natural pero también puede ser entendido como una acción estética, educativa, social y política.

El CDAN (Centro de Arte y Naturaleza) de Huesca dedica su temporada de invierno 2017 a la temática del andar.

El hecho de andar como una forma de intervención en el paisaje, nació de la necesidad natural del hombre de moverse, y se ha convertido en una acción simbólica que ha permitido al ser humano habitar el mundo. Los proyectos que aquí se presentan plantean el acto de andar como una acción o práctica estética, así como una fuente de conocimiento del mundo que nos rodea, son ejemplos de cómo el caminar es, no sólo una manera de mirar y transformar el paisaje, sino una herramienta crítica para la comprensión de la naturaleza individual y social del hombre.

Durante la década de 1960 se produjo una crisis en el sistema cultural occidental que dio paso a toda una serie de manifestaciones que promulgaban la desmaterialización del objeto artístico. Entre las diferentes propuestas surgidas, una de ellas, denominada land art (Arte y Naturaleza), se centraba en la naturaleza como fuente de inspiración y producción estética. Andar como arte es para estos creadores no una teoría, sino un proceso mental y una forma de participar en la naturaleza. De un modo paralelo, el Movimiento Letrista se desarrolló entre 1957 hasta 1972 y agrupó a artistas, críticos y activistas constituidos en torno a la Internacional Situacionista, una actitud que cuestionaba el papel del hombre y la cultura en la sociedad de consumo occidental de la postguerra. Entre sus prácticas artísticas destacó su andar a la deriva, es decir, caminatas en grupo sin rumbo fijo (inspiradas en los paseos anti-arte dada y surreales), realizadas de manera espontánea y cuyas rutas se modificaban continuamente de una manera aleatoria.

Los cinco proyectos expositivos («Caminar, pensar…derivar. Andar como acción estética»; «Exposición vigilada», de Ángel Borrego; The lovers: boat emptying, stream entering, de Marina Abramović; Viaje de novios, de Javier Codesal; y Roadworks, de Mona Hatoum) nos muestran que el hecho de caminar es un acto natural pero también puede ser entendido como una acción estética, educativa, social y política.