“Una línea de aire hecha con la mirada” es una intervención de land-art hecha en el Parque Natural de Urkiola (Euskadi). La obra consiste en la definición de una línea imaginaria determinada por dos puntos geográficos que de forma casual se “enmarcan” y definen recíprocamente el uno con el otro. El proyecto aprovecha dos accidentes naturales entre dos montañas, el Anboto y el Udalatx, separadas entre sí por el extenso valle de Atxondo para conceptualizar una obra que reflexiona sobre la transformación del paisaje por la huella humana al mismo tiempo que habla sobre el poder de la naturaleza para determinar el pensamiento humano.
Esta acción se enmarca en un paisaje emblemático dentro de la cultura y tradición en Euskadi. El Anboto es una montaña mágica donde según la mitología vasca, en la cueva de la Dama, vive Mari, la máxima divinidad, que representa a la madre naturaleza.
En el mismo entorno del Parque Natural de Urkiola también se han realizado la serie de fotografías sobre árboles congelados “Frozen trees”. En este trabajo se pone de relevancia la importancia fundamental que tienen estos extraordinarios seres que viven en otra dimensión temporal a un ritmo lento. Su discreta presencia apenas es percibida. Silenciosos, confiados, tan fuertes y resistentes pero tan vulnerables e indefensos al mismo tiempo, apenas reparan nuestra atención y sin embargo dependemos tanto de ellos. Ellos seguirán ahí aún después de habernos ido.
Ambos trabajos forman parte de un libro que explora el entorno y la vertiente más misteriosa y menos conocida del Anboto. Estudio de cómo la luz modula el paisaje y cambia sus formas creando percepciones y emociones distintas.
Bajo el título genérico de la exposición “Una línea de aire hecha con la mirada” también se recrea una metáfora, dando forma a un símbolo, de percepción y atención, ya que la visión, los ojos, es el primer sentido que nos precede y se anticipa a la impresión que nos llega del entorno que percibimos. Los ojos, son ventanas al mundo por donde también salimos y nos reconocemos en la imagen que vemos y que fija nuestra atención.
Así pues la exposición abarca distintos trabajos del autor como palabras, Pinturas Codificadas, paisajes emocionales (E.L. Emotional Landscapes), Seascapes o esculturas llamadas artefactos, que articulan diferentes códigos, para crear un lenguaje común más complejo proponiendo nuevas lecturas, visiones distintas paradójicamente desde una experiencia vital común personal e individual. De esta manera se ofrece un Atlas de geografías cercanas y lejanas o desconocidas, dibujando un mapa en proceso constante de cambio o mutación. Este es el objeto fundamental del proyecto expositivo «Una línea de aire hecha con la mirada» en el CDAN. Propósito personal donde se reclama la vuelta del individuo a su intuición y sentido primigenio, a sus orígenes, para reintegrarse de nuevo en la naturaleza, como un genuino pensamiento creativo para organizar un nuevo modelo político de convivencia “social” entre los seres.