Film 16 mm. transferido a vídeo, 35 min. 19 seg.
1971-73
Colección del Museo Nacional Reina Sofía, Madrid.
Rebecca Horn estudió en la Academia de Bellas Artes de Hamburgo, a causa de una dolencia pulmonar, comenzó a dibujar con lápices de colores y a crear sus primeras esculturas corporales elaboradas con madera y tela. A finales de los años 60 empezó a experimentar la performance y a reflexionar en torno al cuerpo, su extensión y su “maquinación”. La artista alemana entiende el cuerpo como un objeto que deber ser manipulado para resaltar sus posibilidades expresivas. En la serie de performances documentadas en vídeo que aquí se muestran, Rebecca Horn trabaja con extensiones corporales acolchadas y vendas protésicas para realizar diversas acciones. Entre estas se encuentran una de sus obras más conocidas, Einhorn, en donde una mujer camina por un campo en una mañana de verano luciendo un cuerno blanco, que sobresale desde la parte frontal superior de su cabeza y está sujetado por una serie de correajes que se inspiran en el cuadro Columna rota de la artista mexicana Frida Khalo. En la búsqueda constante de la multiplicidad del cuerpo, la artista busca configurar un proceso en continua evolución.
