La colección pictórica está formada por 64 pinturas donadas en 1994, todas ellas representativas del arte español del siglo XX, y en ella que destaca de manera especial la presencia de compañeros de su trayectoria artística. El grueso de esta colección aparece encuadrado en lo que se denominó Escuela de Madrid, cuyo origen lo encontramos en experiencias anteriores a la guerra civil española, con artistas como Benjamín Palencia, Godofredo Ortega Muñoz o Agustín Redondela, que compartían un sentimiento renovador a partir del paisaje. Partícipes de la renovación paisajista son también Antonio Guijarro y Agustín Úbeda, aunque en sus aportaciones a la colección predomina la figura o el bodegón.
La nueva figuración está representada por sugerentes composiciones de Antonio Quirós y Juan Barjola, que con fórmulas expresivas actualizan los esquemas tradicionales. También encontramos autores que supusieron una verdadera avanzadilla en la plástica española, como Alcorlo, Celis, Echauz, Blardony o Brinkmann.
Los nombres más significativos de la vanguardia europea y de la pintura española del siglo XX tienen también cabida en esta colección, como es el caso de Juan de Echevarría, perteneciente a la primera Escuela de París, junto a Pablo Picasso. Por su parte, Francisco Mateos supone la presencia del expresionismo internacional en nuestro país.
La colección integra distintas generaciones del arte español de posguerra. Este período se caracteriza por una vuelta al academicismo y al realismo, y por un aislamiento respecto de las corrientes internacionales. Frente a estas tendencias destaca la revolución plástica encabezada por el surrealismo, el informalismo y la abstracción de jóvenes vanguardistas como Cuixart, Millares, Saura y Tàpies, destinados a cumplir un papel insustituible en el devenir del arte español. Aguayo y Lagunas, entre otros, son representantes de la abstracción de los años cuarenta en Aragón. Centraban sus actividades en torno a la Librería Pórtico de Zaragoza, de la que tomaron el nombre: Grupo Pórtico, temprano introductor de la pintura abstracta en nuestro país.
El grupo Dau al Set supuso la recuperación de la vanguardia en Cataluña. Ráfols Casamada –caracterizado por un informalismo paisajista– cofundador del grupo Els Vuit y Cuixart y Tàpies, cofundadores de la revista Dau al Set,primera manifestación surrealista de posguerra, encuentran un lugar importante en esta colección.
De los pintores integrados en este grupo, Tàpies resultará posteriormente el artista con mayor proyección internacional, por ser el primero en encontrar una salida hacia el informalismo matérico y conseguir una estética próxima a la filosofía oriental extendida en los años setenta. El expresionismo americano y el tachismo francés fueron los antecedentes del informalismo español, protagonizado por el grupo El Paso, fundado en 1957 por Antonio Saura, Manuel Viola, Manuel Rivera, Luis Feito y Manolo Millares, todos ellos presentes en la colección.
Representativo de los años sesenta en Aragón es Daniel Sahún, del Grupo Zaragoza, que protagoniza la recuperación estética y se adentra en los caminos de la abstracción, con el propósito de recoger el testigo dejado por Pórtico.