NUEVA CITA CON EL PROGRAMA ASOMARSE AL INTERIOR

NUEVA CITA CON EL PROGRAMA ASOMARSE AL INTERIOR

MARIANO ANÓSFIGURA DEL HORIZONTE
Inauguración 7 de octubre a las 19 horas Exposición: 7 marzo – 6 abril 2008
Vuelve el programa Asomarse al Interior, Nuevos horizontes en la geografía personal de la Colección Beulas-Sarrate, con la mirada de Mariano Anós a la colección del CDAN.ASOMARSE AL INTERIOR 05Nuevos horizontes en la geografía personal de la Colección Beulas-SarrateComisaria: Chus Tudelilla
Es trabajo de siglos el paisajeCuya luz va a morder casual retina,Carroña vengadora que examinaAl mortal que le rinde vasallaje.
Leerás la penuria de su encajeComo cuerpo es tu cuerpo de doctrina,Que hasta el azul más cauto al fin terminaEn sustancia amarilla de lenguaje.
Un eco de tu ausencia es la figuraQue en el temblor fugaz del panoramaDibuja una precisa arquitectura.
El secreto del mundo es su proclama.No hay ver si no es el verse la espesura.No hay nombrar sin nombrarse como trama.
Un soneto es un paisaje vertical. El celaje de los cuartetos parece desplegarse con cierta fluidez. El segundo terceto (primer término, denso, terrenal) puede venir un dios a imponerlo en su evidencia. De condición esquiva, es el primer terceto el que resiste, como herida rebelde a la sutura. Es donde está el trabajo. Pasar del cuatro al tres: tarea que roza lo imposible. Hay que aterrizar, pero cómo, dar cuenta de un salto que del ojo al cerebro se extravía. Un esfuerzo agotador. ¿Por qué? Se trata de la figura del horizonte, es decir del pánico.
Todo paisaje es un paisaje con figuras. Es en realidad la loca empresa de afanarse en borrar las figuras que lo asedian. Reducir el terror, quizá para encontrarle otra distancia que nunca será la del reposo. No le está permitido. Pintar un paisaje es afrontar el horizonte de la derrota. La aventura estará en la peripecia de llegar hasta ella, ser capaz de reconocerla y tener el valor de retirarse susurrándose al oído: ya está, no puedo más, acepto sostener el intervalo hasta la próxima derrota. Una y otra vez inacabando: un paisaje es por fuerza plural, jirones de una terca sucesión de fracasos. Beckett: “Fracasa otra vez, fracasa mejor”.
Aparato digestivo de lo real que escapa siempre, que no hace otra cosa que escapar (y sólo su escapar es lo que de verdad nos pertenece), la figura del horizonte multiplica sus disfraces hasta el vértigo, pues el vértigo al fin es la misión que tiene encomendada. Y qué vamos a hacer sino caer en sus disfraces, recomenzando siempre, como el mar, como Claude, como Turner, como Rothko, como cualquiera que, libre de dioses, se atreva a aventurarse en el temblor de lo sagrado.
Pues el paisaje tiembla: es lo que tiembla. El formato qué importa. Qué importa el ciervo, la montaña, el puente, el surco, la alameda. Queda el temblor, abismándose. Porque “hay una grieta en todas las cosas, así es como entra la luz” (Leonard Cohen lo dejó cantado). La herida de la luz, la que salva del agujero negro, exige una renuncia a lo completo. Se pinta si acaso, justamente, la grieta, eso que no está ahí, que pertenece al tiempo de antes de lo que está ahí, y al que estará después. De manera que (María Zambrano lo dejó escrito) el problema de la pintura no es el espacio, sino el tiempo. El problema es tratar de entender en qué consiste ese problema. Quien pinta espera no entenderlo nunca.
Tal vez una mujer embarazada entienda algo. A espaldas del reloj, en una calma furiosa, custodia el tiempo, lo desmide. No dice nada. No tiene nada que decir. Por si acaso, no está de más la precaución de ponerla por testigo, haciéndose cargo de todas las figuras huidas, borraduras del horizonte. Mariano Anós
HORARIOMartes a sábado de 11 a 14 y de 17 a 20 hDomingos y festivos 10 a 14 y de 17 a 20 h
Lunes cerrado
Visitas guiadas gratuitas sábados 12 y 18 horas domingos 12 horas
Entrada gratuitaGrupos concertar visitas
Más información de la exposición
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