INAUGURACIÓN DE LA EXPOSICIÓN NATURALEZAS SILENCIOSAS EN LLEIDA EL 6 DE JULIO
La exposición Naturalezas Silenciosas se inaugura en Lleida el jueves 6 de julio. Se trata de una coproducción del Centre d’Art La Panera de Lleida y el CDAN que se podrá ver en La Panera hasta el 24 de septiembre y en el CDAN del 15 de diciembre al 15 de febrero del 2007.Este proyecto expositivo se basa en la presentación de una selección de fotografías de la Colección Ordóñez-Falcón, para analizar la recepción y el desarrollo de uno de los géneros tradicionales de la historia de la pintura como es la naturaleza muerta.
El arco temporal del proyecto va desde los inicios de la fotografía hasta la actualidad. A través de diferentes épocas se observa como este genero se acompaña de diferentes lecturas e interpretaciones, que han hecho posible que la naturaleza muerta siga siendo vista como un acto de pensamiento que se traduce en una alusión al paso del tiempo, a la muerte, a las condiciones de la vida terrenal (como son las vanitas), a los excesos de la vida, a la opulencia y a las connotaciones sociales, incluidas las políticas que comporta.
La esfera doméstica, la vanitas, el exceso o el artificio natural son analizados en esta exposición como elementos de la interpretación de la mirada contemporánea. Podríamos admitir que reunir objetos en colecciones es también una lucha contra el tiempo, pero esto tampoco explica el deseo especial que empuja a reunir esos objetos ni, en ocasiones, la selección que guía el hilo conductor de quién, como comisario, realiza el acto comprometido de proponer una lectura pública de una colección privada. En la naturaleza muerta abundan los símbolos, los dobles sentidos, la reflexión sobre la precariedad humana, la descomposición, lo cambiante, la puntual belleza, lo iluminado, lo perecedero, la ostentación, lo dramático, el exceso, la abundancia, el desecho, las atmósferas magnéticas con una fuerte carga emocional. Productos tan naturales y objetos tan cotidianos que nadie deba cuestionarse el porqué de su presencia en una imagen, estas piezas no hacen más que remarcar la naturaleza aleatoria de nuestra existencia efímera. La selección de las obras en esta ocasión refleja personalidades artísticas muy brillantes asociadas a miradas polifocales.
La cuestión es volver a mirar como si fuera por primera vez, sin desdeñar lo aprendido a lo largo de la experiencia cultural del tiempo acumulado. Si la perplejidad es la característica más acusada de nuestro tiempo, encontrándonos confusos sobre aquello que acontece, el arte se mantiene gracias al significado, y éste no desaparece, simplemente se transforma. En esta ocasión, se han recogido diversas experiencias fotográficas contemporáneas de un abanico cronológico significativo orientado sustancialmente a la actualización del tema.
No hace falta ponerse a buscar razones ocultas, como escribe Rosa Olivares, si Vincent Van Gogh llego a pintar 194 naturalezas muertas, tal vez su sentido no sea sencillamente tan simple. Tal vez tengan un sentido renovado los cientos de naturalezas muertas que estos artistas, y otros muchos, llevan hechas en sus cortas y efímeras vidas contemporáneas.