Comisario: Ricardo García Prats
Sala 2 CDAN-Fundación Beulas
Catálogo de la exposición
Biografía del autor
La exposición está integrada por 20 piezas formadas a partir de distintos tipos de madera como nogal, olivo, cerezo, abeto, roble, enebro, almendro, ciruelo o álamo. La muestra se presenta como un bosque de esculturas separadas entre sí de tal forma que permite e invita al visitante a rodearlas y moverse entre ellas.
Mario Molins muestra formas y volúmenes como elementos de reflexión. El autor se mete en la naturaleza a través del arte y sus esculturas no son cuerpos inertes que sólo ocupan un lugar sino que estas piezas se identifican con el espacio, con la idea, con el árbol, con la acción y con la naturaleza. Son esculturas que siguen vivas, mantienen el carácter y la fuerza de siempre en un nuevo concepto de land-art. La muestra se completa con un montaje de imágenes.
Para el autor, el árbol es una proyección del paisaje, ya que según sea el tipo de madera sale de un color y sus anillos de crecimiento hablan de años de más sequías o más lluvias o los nudos de sus troncos son capaces de explicarnos la esencia del sitio que lo albergó desde el interior hacia el exterior. Su propósito es adentrarse dentro de éste para descubrir todo un mundo, para investigar, para mostrar la naturaleza.
Sus técnica, al igual que pudieran hacer David Nash, Alberto Carneiro o Giuseppe Penone, consiste en tallar unas esculturas de gran fuerza de una manera directa y da color a través del quemado o de tintes naturales extraídos de la tierra y de sus frutos.
Molins pretende que el visitante se integre, que medite, que explore, que descubra el misterio, que vea los huecos que él mismo ha creado, las grietas que siguen los surcos de las fibras vegetales, los cortes que modifican el origen. Es así como el espectador percibe otra cosa distinta al tronco o a la rama que fueron, en un diálogo con el artista, con el arte y con la naturaleza, viendo y disfrutando de la poética de cada escultura y la poética del conjunto.
