El arte concreto, con sus derivaciones específicas (arte óptico y cinético), nace como un movimiento internacional, y como tal, incorpora también a un cierto número de artistas españoles. El título de la exposición (“Conciencia perceptiva”) alude, por un lado, a la teoría asociada al arte óptico (Mikel Dufrenne), y al papel de Román Escolano como ejemplo de espectador activo.
Entre los pioneros destacan nombres como Palazuelo o Sempere, pero el movimiento incorpora a miembros de la llamada ‘Nueva generación’, en los años setenta: Elena Asins, Manuel Barbadillo, Julio Plaza o Yturralde. Las ediciones múltiples y, en especial, la serigrafía fueron un medio privilegiado para estos creadores, que incorporan, de forma muy temprana las nuevas tecnologías informáticas, formándose un núcleo muy activo entorno al Centro de Cálculo de la Universidad madrileña.
Muy atento a los desarrollos más avanzados de su tiempo, el coleccionista aragonés Román Escolano, pudo adquirir algunas de las ediciones más representativas de este movimiento en su fase más temprana. Estas obras son la base de la exposición que presentamos, con aportaciones adicionales procedentes de una donación realizada al Gobierno de Aragón por Manuel Barbadillo, y fondos del legado de Pablo Serrano, de la colección Circa XX y de Salvador Victoria.
La presentación de las obras quiere dar cuenta del contexto en que estas obras se producían y distribuían. Se da prioridad a la presentación de las carpetas completas, que deben leerse como obras en sí mismas, acompañadas casi siempre por textos, vinculados en ocasiones a los movimientos paralelos de poesía concreta. Así el Libro “Objetos” (1969), de Julio Plaza, híbrido entre edición y escultura múltiple, fruto de la colaboración con el poeta brasileño Augusto de Campos.
Además de esta obra capital, otros puntos fuertes de la muestra son la carpeta de aguafuertes “Lunariae” de Pablo Palazuelo, la carpeta “Alhambra” de Eusebio Sempere, y las “Figuras Imposibles” de Yturralde. Uno de los protagonistas de la muestra es el artista y serígrafo turolense Abel Martín, cuyo buen hacer está detrás de alguna de estas carpetas, y del que se presenta también una carpeta propia. Se incorporan además otros artistas, a quienes no se puede calificar en puridad como ‘normativos’ o ‘concretos’, pero de vocación constructivista como Gerardo Rueda, Gustavo Torner o Salvador Victoria.
El análisis de la percepción aparece como requisito básico para una reflexión sobre el Arte y la Naturaleza. El precedente clásico fue Goethe con sus estudios sobre Óptica y su Teoría del Color. El Arte Concreto busca la creación de objetos ajenos a la Naturaleza, naturalezas otras, pero artistas ópticos como Sempere terminan devolviendo al paisaje una mirada nueva, tal como puede apreciarse en varias serigrafías de la carpeta “La Alhambra”. Y tal como señaló Pablo Palazuelo: “La geometría está en el origen de la vida, que es lo más inventivo e interminable que conocemos”.
Autor de las fotografías: José Garrido Lapeña